Tras conocer los aromas de cada nota de la Pirámide Olfativa, en el post de hoy nos detendremos en algunos de los procesos con los que se extraen sus aceites esenciales. Según la flor o vegetal que se utilice encontramos distintas técnicas. Por ejemplo, para captar los aceites esenciales de las plantas se emplea la destilación, donde el vapor de agua se empapa de los olores de las flores para después llevarlos al serpentín – tubo espiral sumergido en agua fría– donde se condensan gracias a un sistema de refrigeración. Tras este proceso, el agua y los aceites logran separarse por la distinta densidad que presentan.
Otra técnica es la extracción. En un recipiente, las plantas y las flores más delicadas – Azahar, Jazmín, rosas…– entran en contacto con grasas absorbentes. Tras un lago proceso se obtiene una mezcla a la que se le añade alcohol (que se evapora) para separar sus sustancias aromáticas y así conseguir su aceite esencial.
En el caso de los cítricos, se emplea la técnica de expresión, que logra romper pequeñas burbujas localizadas en la corteza de la lima, el limón, la naranja… mediante una máquina que ejerce alta presión en su cáscara. Como resultado se obtienen todas sus esencias aromáticas separándolas del fruto.
En Ambientair contamos con una amplia variedad de formatos con los que aromatizar tu hogar con las mejores fragancias, pero en esta ocasión te queremos recomendar los aceites hidrosolubles. Su disolución en agua al mismo tiempo que contiene aceites esenciales, permite utilizarlos tanto en los quemadores tradicionales como en difusores de ultrasonidos. Gracias a su gotero podrás agregar mayor o menor cantidad de aroma según desees en cada momento.
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